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Guapa LetiZia !! , guapa !!!

Guapa LetiZia !! , guapa !!! Antes de nada tengo que decir que no es que sea yo demasiado monárquico, sino que simplemente la curiosidad me pudo...

Como no acudí al enlace real en la Almudena fechas atrás, pues nada, los príncipes decidieron venir justo hasta donde yo trabajo. Así que a las seis dejé mis quehaceres y me puse al lado de una señora y un niño que también esperaban:
-¿Son esos mamá? ¿Son esos? - preguntó el niño al ver pasar un coche
- No.

Pensé que la visita iba a organizar más revuelo, pero no, sobre unas treinta personas esperaban con los pies custodiados por una decena de hombres trajeados para que éstos no atravesasen ni un milímetro la línea imaginaria marcada por el rail de la verja. La mayoría eran madres con niños pequeños, como si enseñárselos al príncipe, si acaso que se los tocasen, supondría convertir a sus hijos en superdotados, en hombres de fortuna o algo así. De repente, como en un pasaje bíblico (ese que decía "dejad que los niños se acerquen a mi"), los hombres trajeados, que me recordaban a los hombres grises de "Momo", dejaron pasar a los niños pequeños al otro lado de la verja, colocados en una pequeña zona verde como un ramillete que se le ofrece a los futuros reyes de esta España tan antigua (según Aznar).

-¿Son esos mamá? ¿Son esos? - preguntó el niño al ver un coche antes de ocupar su sitio en el ramillete de juventud
- No.

Al otro lado de la verja, un poco alejado y achicharrado de calor, esperaba cronometrando el tiempo que estaba perdiendo para ver lo alto que era él y lo delgada que estaba ella. Cuando el movimiento de walkie-talkies de la policía nacional que merodeaba la empresa indicaba que estaban por llegar, un grupo de caballos salvajes, que tienen tomada la zona, se plantó justo al lado de la puerta, en el camino que debería cruzar el coche. Era digno de ver. Tanta policía y hombres grises colocando a todo el mundo, ordenándolo todo, parando los coches, y una manada de caballos salvajes pasa de la autoridad, de la realeza y de todo y se pone a pastar justo delante del acto oficial. Deseaba con todas mis fuerzas que se cagasen todos al mismo tiempo, para ver qué hacían los hombres grises, si lo recogerían y eso, pero no fue así. Los caballos terminaron su merienda y desaparecieron por detrás de una loma...

-¿Son esos mamá? ¿Son esos? - preguntó el niño desde dentro de la verja al ver pasar un coche

Y esta vez sí que eran. Pasaron como una exhalación, y la mano del príncipe, que ocupaba toda la ventanilla moviéndose lentamente, nos impidió ver si hacían manitas en el coche... Tuvimos que esperar largo rato hasta que, después de la recepción, pasasen por delante de nosotros y posasen para millones de cámaras que enfocaban allí y aquí. Es cierto, él es muy alto (y estaba muy moreno) y ella está delgada.

- Guapa LetiZia !!, guapa !!! - se oía gritar.

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